Desde la llegada de Juan Altamirano a Puerto Vallarta en 2011, tuvo el deseo de crear un espacio único en la playa para reunir a la gente a disfrutar. Ánima crea un santuario natural que brinda a los huéspedes la sensación de estar lejos de todo, pero al mismo tiempo un sentido de pertenencia. Escondido donde se unen el mar, la selva y las tierras de cultivo, Ánima ofrece un divertido escape al borde de la costa del Pacífico. Ánima toma su nombre de la palabra “alma” que se refiere a todos los aspectos, desde un estándar incomparable de diseño y arquitectura hasta los sabores culinarios de la costa del Pacífico.